sábado, 25 de agosto de 2007

SAKURA

Y pensar que una cosa tan simple y pequeña,
puede alegrarme tanto el día.

Sí.

Porque si hay algo que me encanta de esta época del año,
es ver los árboles de ciruelo en flor.

Toda una lluvia de pétalos blancos,
cuando al viento le da por soplar más fuerte.

Simplemente un sueño,
dentro de una ciudad que cada día es más gris...

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