domingo, 2 de septiembre de 2007

DE NOCHE

Cuando Morfeo abre sus brazos,
incitándome a abandonar mi mundo conciente,
no puedo más que aceptar tan tentadora invitación.

Porque,
¿Quién se negaría a soñar?

Me duermo,
anhelando encontrar algo interasante,
traspapelado entre algún sueño loco.

De cualquier forma,
disfruto sólo con soñar.

Y sueño con mariposas de papel...


No hay comentarios: